Rejuvenecimiento de manos con Lipotransferencia
Pasados los 35 años nuestras manos comienzan a sufrir atrofia de los tejidos blandos del dorso de las manos, secundario fundamentalmente a la disminución y lenta desaparición de la capa grasa que cubre los vasos sanguíneos y ligamentos. Este fenómeno les confiere un aspecto delgado, marcándose los tendones, las estructuras óseas y las venas, por lo que le llamamos esqueletización.