El tamaño de esas dilataciones venosas puede variar considerablemente de un paciente a otro; incluso algunas no son fácilmente evidenciables a simple vista, pero con los instrumentos adecuados pueden detectarse antes de que aparezcan síntomas o complicaciones.
Desde el punto de vista médico, lo más correcto es denominar esta enfermedad como INSUFICIENCIA VENOSA CRÓNICA, para hacer énfasis en el incorrecto funcionamiento del sistema venoso (deficiente retorno de la sangre de los miembros inferiores hacia el corazón) y a su larga evolución, pues es una dolencia que acompañará al paciente a lo largo de su vida. Esto significa que se debe intentar controlar los factores de riesgo y realizar una visita periódica al médico para vigilar su evolución.
Es una enfermedad que afecta al 40-60 % de las mujeres y al 15-30 % de los hombres.
Pueden ser primarias o esenciales (95%) o secundarias a otras patologías.
Las varices podemos clasificarlas según su tamaño en:
- telagiectasias
- venas reticulares
- venas varicosas principales (colaterales y tronculares)
Esta clasificación es importante pues según su grosor se eligirá el tratamiento adecuado, por lo que es imprescindible para planificar un tratamiento con resultado óptimo una minuciosa exploración clínica y estudio ecodoppler venoso de ambos miembros inferiores.
Factores de riesgo
La causa de la enfermedad no es bien conocida, pero hay evidencias científicas de que está asociada a diferentes factores de riesgo; entre ellos podemos citar:
- La herencia
- El sexo (más frecuente en la mujer)
- Los embarazos (por la influencia hormonal)
- Permanecer mucho tiempo de pie o sentado
- La falta de ejercicio físico